En él Tao comenta:
La forma en que se enseñan las matemáticas es aburrida y árida”
Si en música, por ejemplo, sólo mostraran la escala musical, no veríamos las sinfonías que pueden componerse. Las matemáticas no deben despreciarse por su dificultad. ¿Alguien renuncia a hacer ejercicio porque cree que nunca será atleta?”
Tao apela a la condición de “desafío” de las matemáticas.
Pero no con los demás, con uno mismo. Es como subir una montaña. Un pasito aquí, otro allí, y vas aprovechando las picas que otros han dejado. Y si resuelves un problema, llega la satisfacción”
Por desgracia, muchas veces los profesores de matemáticas caemos en la monotonía y el aburrimiento de pedir a los alumnos sumen fracciones, resuelvan ecuaciones, etc., en pro de cumplir con un curriculum que anula la condición de "desafío" que menciona Tao.
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